Las caídas son un marcador de fragilidad en los ancianos, constituyen uno de los
grandes síndromes geriátricos, por su magnitud derivada de su elevada
presentación (la frecuencia de caídas aumenta con la edad, hasta los 85 años
donde, por otra parte, si se producen, son más reiteradas y con peores
consecuencias) y, en ocasiones, sus tremendas complicaciones.
Citando como ejemplo, por ser la más significativa, las fracturas de cadera que, hasta hace unos años, considerábamos que en su mayoría eran patológicas, actualmente sabemos que el 88% son debidas a caídas, el 8 % a otro tipo de accidentes y solo un 3% corresponde a las que denominamos patológicas.
Son la primera
causa de muerte accidental en mayores de 65 años y constituyen el 75 % de las
muertes accidentales en mayores de 75 años.
Como en todo problema médico y
más aún en el anciano, el éxito consistiría en evitarlas, y dado que sus
factores de riesgo, extrínsecos e intrínsecos, están claramente definidos, no
tiene ningún sentido que vayan en aumento.
Corresponde a las autoridades
municipales y sanitarias poner las bases para planificar esta lucha:A nivel
social potenciando ciudades menos hostiles, no solo por los “tirones”, fuente
importante de caídas. En un jueves geriátrico, en que tratábamos el tema que nos
ocupa, contamos con la colaboración de Don Evaristo Salas, arquitecto técnico
que nos brinda con frecuencia su valiosa y desinteresada colaboración; comenzó
su exposición mostrándonos una amplia gama de imágenes de “trampas urbanas” en
la vía pública, comercios y portales de varios inmuebles.
Fuente : http://www.vejezyvida.com/las-caidas-en-los-ancianos/
Fuente : http://www.vejezyvida.com/las-caidas-en-los-ancianos/
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