El plan de Acción
Internacional de Viena, sobre el envejecimiento se realizó en el año 1982, con el propósito de que la Asamblea Mundial
sirviera de foro para iniciar un programa internacional de acción encaminado a
garantizar la seguridad económica y social de las personas de edad, de tal
forma que lograran contribuir para el desarrollo de sus países.
Las metas principales fueron fortalecer la
capacidad de los países para abordar de manera efectiva el envejecimiento de su
población y atender a las preocupaciones y necesidades especiales de las
personas de más edad, fomentar una respuesta internacional adecuada a los
problemas del envejecimiento mediante medidas para el establecimiento del nuevo
orden económico internacional y el aumento de las actividades internacionales
de cooperación técnica, en particular entre los propios países de desarrollo.
Los objetivos del presente Plan de Acción
fueron, fomentar la comprensión nacional e internacional de las consecuencias
económicas, sociales y culturales que el envejecimiento de la población tiene
en el proceso de desarrollo, promover la comprensión nacional e internacional
de las cuestiones humanitarias de desarrollo relacionadas al envejecimiento,
proponer y estimular políticas y programas orientados a la acción y
garantizados a brindar la seguridad social y económica a las personas de edad,
así como darles oportunidades de contribuir al desarrollo y compartir sus
beneficios, presentar alternativas y opciones de política que sean compatibles
con los valores y metas nacionales y con los premios reconocidos internacionalmente
con respecto al envejecimiento de la población y a las necesidades propias de
las personas de edad, alentar el desarrollo de ua enseñanza, una capacitación y
una investigación.
En el siglo XX, muchas regiones del mundo
se han logrado progresos en el control de la mortalidad perinatal e infantil,
una tasa de disminución de la tasa de natalidad, mejoras en la alimentación, la
atención sanitaria básica y el control de muchas enfermedades infecciosas, este
conjunto de factores ha dado como resultado un número y una proporción cada vez
mayores de personas que llegan a etapas avanzadas de la vida.
El logro de un desarrollo continuo exige un
equilibrio adecuado entre los factores sociales, económicos y ambientales y los
cambios en el crecimiento, distribución y estructura de la población. Los
países deberán reconocer y tener en cuenta sus tendencias demográficas y los
cambios de estructura de su población a fin de optimizar su desarrollo. Para
que estos países puedan atender a las necesidades esenciales de su población,
incluidas las personas de edad, es preciso instaurar un nuevo orden económico
basado en nuevas relaciones económicas internacionales mutuamente provechosas,
la cula posibilitara la utilización justa y equitativa de la riqueza, los
recursos y las técnicas asequibles.
Los gobiernos y demás instituciones y la
sociedad en su conjunto pueden hacer frente al problema del envejecimiento
progresivo de las sociedades y a las necesidades de las personas de edad en
todo el mundo. Por su propio carácter los enfoques y políticas más concretos
deben concebirse y enunciarse en función de las tradiciones , los valores
culturales y las practicas particulares de cada nación o comunidad étnica.
En las sociedades tradicionales, las
personas de edad siempre han estado en situación privilegiada y han sido
objetos de respeto y consideración, prestigio y autoridad. Sin embargo este
orden comienza a verse turbado por la influencia de la modernidad, que entraña
el cuestionamiento de esa situación de privilegio.
Los programas de enseñanza y capacitación
deberán de ser de carácter interdisciplinario, dado que el envejecimiento y el envejecimiento de
la población es un tema multidisciplinario. La enseñanza y capacitación en los
diversos aspectos del envejecimiento, así mismo una forma muy apropiada de
cooperación internacional seria el
intercambio de especializaciones, conocimientos y experiencias entre países en los que la
estructura y la composición de la edad avanzada sean similares o comparables.
Una importante función de los gobiernos
con respecto al Plan de Acción consiste en evaluar y examinar el proceso de
envejecimiento desde el punto de vista individual y demográfico para determinar
las consecuencias en el desarrollo a la luz de su situación política, social,
cultural, religiosa y económica.
Los gobiernos deben, en caso necesario,
conservar con una estructura adecuada los mecanismos preparatorios establecidos
a nivel nacional para la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento (o alentar la
formación de otros similares), a fin de facilitar la concepción, ejecución y
evaluación de las actividades recomendadas por la Asamblea Mundial.
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