Autocuidado de los sentidos
Los sentidos como la vista, el oído, el olfato, el gusto y
el tacto resultan extremadamente importantes para percibir y disfrutar del
mundo que nos rodea. Los problemas sensoriales pueden tener una influencia
permanente sobre la vida de la persona y las consecuencias no son sólo
limitaciones físicas, sino psicológicas y sociales, las cuales muchas veces
resultan muy perjudiciales para la vida.
La mayoría de los adultos mayores mantienen su capacidad
visual suficiente para realizar sus actividades de la vida diaria. A partir de
los 70 años comúnmente se alteran la visión y la audición, sin embargo la
sordera es un problema frecuente en ellos.
Las alteraciones del olfato, gusto y tacto, también se
presentan, pero se hacen menos evidentes que las de la vista y oído, por que no
son esenciales para vivir. Sin embargo, el olfato y el gusto se relacionan
especialmente con el placer de comer y con una nutrición adecuada, y el sentido del tacto es muy importante como
mecanismo de protección. De ellos es este último el más lábil, ya que en esta
etapa de la vida disminuye la sensibilidad táctil al igual que los receptores
del tacto.
Ante estas alteraciones sensoriales, los adultos mayores
necesitan aprender mecanismos que les permitan superar y adaptarse a ellas. El autocuidado
se convierte en la mejor estrategia para aprender a vivir con la transformación
de las capacidades perceptivas y disfrutar del mundo que nos rodea. Además, es
necesario enseñar a la familia, de los adultos mayores, para que los comprendan
mejor y los apoyen.
Fuente: Autocuidado de la salud para el adulto mayor
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