sábado, 30 de marzo de 2013

Plan de Acción Internacional de Viena sobre el Envejecimiento


   El plan de Acción Internacional de Viena, sobre el envejecimiento se realizó en el año 1982, con  el propósito de que la Asamblea Mundial sirviera de foro para iniciar un programa internacional de acción encaminado a garantizar la seguridad económica y social de las personas de edad, de tal forma que lograran contribuir para el desarrollo de sus países.

   Las metas principales fueron fortalecer la capacidad de los países para abordar de manera efectiva el envejecimiento de su población y atender a las preocupaciones y necesidades especiales de las personas de más edad, fomentar una respuesta internacional adecuada a los problemas del envejecimiento mediante medidas para el establecimiento del nuevo orden económico internacional y el aumento de las actividades internacionales de cooperación técnica, en particular entre los propios países de desarrollo.

    Los objetivos del presente Plan de Acción fueron, fomentar la comprensión nacional e internacional de las consecuencias económicas, sociales y culturales que el envejecimiento de la población tiene en el proceso de desarrollo, promover la comprensión nacional e internacional de las cuestiones humanitarias de desarrollo relacionadas al envejecimiento, proponer y estimular políticas y programas orientados a la acción y garantizados a brindar la seguridad social y económica a las personas de edad, así como darles oportunidades de contribuir al desarrollo y compartir sus beneficios, presentar alternativas y opciones de política que sean compatibles con los valores y metas nacionales y con los premios reconocidos internacionalmente con respecto al envejecimiento de la población y a las necesidades propias de las personas de edad, alentar el desarrollo de ua enseñanza, una capacitación y una investigación.


    En el siglo XX, muchas regiones del mundo se han logrado progresos en el control de la mortalidad perinatal e infantil, una tasa de disminución de la tasa de natalidad, mejoras en la alimentación, la atención sanitaria básica y el control de muchas enfermedades infecciosas, este conjunto de factores ha dado como resultado un número y una proporción cada vez mayores de personas que llegan a etapas avanzadas de la vida.


    El logro de un desarrollo continuo exige un equilibrio adecuado entre los factores sociales, económicos y ambientales y los cambios en el crecimiento, distribución y estructura de la población. Los países deberán reconocer y tener en cuenta sus tendencias demográficas y los cambios de estructura de su población a fin de optimizar su desarrollo. Para que estos países puedan atender a las necesidades esenciales de su población, incluidas las personas de edad, es preciso instaurar un nuevo orden económico basado en nuevas relaciones económicas internacionales mutuamente provechosas, la cula posibilitara la utilización justa y equitativa de la riqueza, los recursos y las técnicas asequibles.

    Los gobiernos y demás instituciones y la sociedad en su conjunto pueden hacer frente al problema del envejecimiento progresivo de las sociedades y a las necesidades de las personas de edad en todo el mundo. Por su propio carácter los enfoques y políticas más concretos deben concebirse y enunciarse en función de las tradiciones , los valores culturales y las practicas particulares de cada nación o comunidad étnica.

    En las sociedades tradicionales, las personas de edad siempre han estado en situación privilegiada y han sido objetos de respeto y consideración, prestigio y autoridad. Sin embargo este orden comienza a verse turbado por la influencia de la modernidad, que entraña el cuestionamiento de esa situación de privilegio.

    Los programas de enseñanza y capacitación deberán de ser de carácter interdisciplinario, dado  que el envejecimiento y el envejecimiento de la población es un tema multidisciplinario. La enseñanza y capacitación en los diversos aspectos del envejecimiento, así mismo una forma muy apropiada de cooperación internacional seria el  intercambio de especializaciones, conocimientos y  experiencias entre países en los que la estructura y la composición de la edad avanzada sean similares o comparables.

     Una importante función de los gobiernos con respecto al Plan de Acción consiste en evaluar y examinar el proceso de envejecimiento desde el punto de vista individual y demográfico para determinar las consecuencias en el desarrollo a la luz de su situación política, social, cultural, religiosa y económica.

    Los gobiernos deben, en caso necesario, conservar con una estructura adecuada los mecanismos preparatorios establecidos a nivel nacional para la Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento (o alentar la formación de otros similares), a fin de facilitar la concepción, ejecución y evaluación de las actividades recomendadas por la Asamblea Mundial.

 
Fuente:
Plan de Acción Internacional de Viena sobre el Envejecimiento, 1982.

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