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Consulte
al oculista (oftalmólogo) periódicamente.
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Fuera del
hogar: Evite cambios bruscos de oscuridad a luz.
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Ilumine
adecuadamente la casa, deje una luz tenue encendida en el dormitorio y el baño.
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No deje
cosas en medio del camino, mantenga los pasadizos y habitaciones ordenados y
distribuya bien los muebles para evitar las caídas.
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Mantenga
sus lentes (anteojos) limpios y protegidos. Guárdelos en un mismo sitio para
evitar olvidos o pérdidas.
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Use
correctamente las gotas artificiales, descongestionantes o los medicamentos
para los
ojos, nunca se automedique.
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Las
habitaciones deben estar pitadas con colores que le permitan ver las cosas
fácilmente,
igualmente use barandas en las escaleras y cerca de ellas para
evitar caerse.
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Si va a exponerse
al sol, lleve sombrero o gorra y si es posible lentes.
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Mire bien
y verifique las cosas antes de utilizarlas.
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Utilice
una buena luz cuando vaya a leer o a realizar trabajos manuales.
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Exprese
lo que siente por la alteración de su vista, así los demás lo comprenderán y
usted
podrá adaptarse más rápido a los cambios poniendo más atención y cuidado.
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No se
frote los ojos, lávese las manos antes de tocárselos.
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Si
conduce, no lo haga de noche y por tramos largos, oscuros o mojados por la
lluvia.
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Evite los
resplandores: como ver el sol en un eclipse, las luces altas de los autos, las
superficies brillantes, etc.
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Si
trabaja con fragmentos, protéjase los ojos con gafas o lentes protectores.
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Evite que
ramas, hojas o hierva del jardín ingresen en sus ojos porque provocan
irritación,
si ello ocurriera, lave bien sus ojos con agua hervida fría por 15
minutos.
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No intente
sacarse algo del ojo usted mismo, acuda al ocultista (oftalmólogo).
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Sólo use
lentes (anteojos) recetados por su ocultista.
Fuente :
-Cartilla 3 "Autocuidado de los sentidos en las personas adultas mayores"
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