miércoles, 29 de mayo de 2013

La Estimulación Cognitiva en el Adulto Mayor

La estimulación cognitiva tiene como propósito conservar la capacidad intelectual y enseñar estrategias que permitan enlentecer y compensar los cambios en el procesamiento mental que se producen con el aumento de edad.
 
Se basa en la característica de plasticidad cerebral que tiene el sistema nervioso, aún en el envejecimiento. Sucintamente, ésta se refiere a la capacidad adaptativa del cerebro de modificar su organización estructural y funcional, en virtud de las experiencias vividas por el individuo. Esto implica que pese a los cambios cerebrales que conlleva el aumento de edad, el cerebro puede reorganizarse y así permitir tanto la mantención de las funciones cognitivas de la persona como el desarrollo de nuevas habilidades.
 
Los programas de estimulación cognitiva organizan actividades de ejercitación o compensación de habilidades, bajo criterios de complejidad progresiva y funcionalidad. Son guiados por un especialista, quien actúa como mediador o facilitador del logro de las actividades, entregando estrategias que permitan a las personas paulatinamente y cada vez con mayor autonomía- realizar actividades de mayor complejidad.
 
 
La finalidad última de la Estimulación Cognitiva es favorecer la participación activa y el desempeño autónomo y funcional de los adultos mayores en las actividades que desempeñan normalmente o en otras nuevas que deseen aprender, de manera de impactar positivamente en su calidad de vida.
Dentro de las ventajas que reporta la estimulación cognitiva en los adultos mayores, cabe destacar que:
  • Los programas pueden ser orientados a las características y necesidades particulares de las personas a las que se dirigen, lo que permite una intervención altamente personalizada.
  • Al ser una instancia de estimulación guiada por un profesional, las habilidades no sólo se pueden preservar (como ocurre al ejercitarlas a través de la lectura o resolviendo juegos de ingenio o crucigramas), sino que se pueden aumentar y compensar.
  • El impacto que tienen en la protección de las funciones cognitivas supera los que se derivan de una mayor edad, un menor nivel educacional o una ocupación laboral sin grandes exigencias intelectuales.
  • Las habilidades que se ejercitan mantienen los niveles alcanzados luego de su intervención. De hecho, habilidades entrenadas en pocos meses se mantienen al menos por dos años.
  • Las habilidades que se ejercitan son generalizadas a las actividades cotidianas, lo que favorece la autonomía y seguridad de las personas.
  • Actúa como un factor protector frente al declive cognitivo propio de la edad y al resultante de patologías como el Deterioro Cognitivo Leve y la Enfermedad de Alzheimer.
  • Disminuyen el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer y de llegar a las etapas de mayor gravedad, posiblemente por retrasar sus manifestaciones clínicas.
Dentro de los profesionales que pueden diseñar y aplicar Programas de Estimulación Cognitiva para los adultos mayores se encuentran los fonoaudiólogos. Esto, por tratarse de profesionales con amplios conocimientos respecto al lenguaje (incluyendo las relaciones lenguaje- mente; lenguaje-cerebro y mente-cerebro) y los principios de evaluación y terapia, y que cuentan además con conocimientos básicos de psicología del aprendizaje, neurología, neuropsicología y desarrollo humano. Este bagaje de conocimientos lo capacita para valorar, desarrollar, fortalecer y compensar habilidades mentales, de acuerdo las características y necesidades de individuos particulares.
 
No obstante, no se puede desconocer la valiosa contribución de otros profesionales a este campo, entre los que se cuentan los neurólogos, psicólogos y terapeutas ocupacionales, quienes –desde distintas perspectivas y con dominios de conocimiento diferentes-promueven y posibilitan el mejoramiento de la calidad de vida del adulto mayor.
 
La relevancia que tienen intervenciones como la Estimulación Cognitiva y otras orientadas a prevenir o disminuir las dificultades frecuentemente presentes en el proceso de envejecer, tienen al menos un doble impacto positivo: en la protección de la salud individual de las personas de la tercera edad y en la disminución del costo social por servicios e insumos dirigidos a remediar situaciones de afectación de la salud en este grupo.
 
Es por esta razón, que la creación del Centro de Estudios para la Tercera Edad U3E, se constituye en una instancia que responde plenamente a las necesidades actuales de la sociedad y sus adultos mayores. A esto se agrega, positivamente, que integra el esfuerzo de un equipo de distintos profesionales, todos los cuales entregan un valioso aporte a la atención, comprensión y empoderamiento de la tercera edad.
 
 

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