domingo, 30 de junio de 2013

Crisis de convivencia en la pareja adulta mayor

Crisis de convivencia en la pareja adulta mayor

Se entiende por crisis a una fase peligrosa en la vida de las personas del cual se pueden obtener resultados negativos o perjudiciales, y en lo opuesto, algo positivo que ayude a cambiar o solucionar el problema.

Según Caplan, la crisis es una perturbación de una situación estable que se caracteriza porque sobreviene de forma repentina o inesperada, provocada por un acontecimiento estresante o precipitante, afectando a una persona o grupo que hasta entonces tenía un adecuado nivel de funcionamiento, de manera que provoca un desequilibrio.

Es natural que en la convivencia de pareja se produzcan momentos de crisis en ellos, algunos factibles de sobrellevar, y otros que terminen en ruptura si no se resuelve oportunamente el motivo que lo desencadenó.

En las parejas adultas mayores pueden presentarse una serie de circunstancias en la relación que agudicen el problema. Una de las principales causas es cuando llega el momento de la jubilación, que les hará pasar más tiempo en casa, debiendo elaborar nuevas reglas de convivencia. Aquí pueden presentarse estados de depresión y melancolía ante el solo hecho de ingresar a una nueva etapa en su vida, donde piensa que ya no es útil para los demás.

También está el miedo ante lo que le pueda deparar el futuro. La posibilidad de situarse laboralmente será más difícil debido al factor edad. Los hijos crecerán y también harán su propia vida. Se convertirán en abuelos, y una nueva esperanza surgirá en ellos de dedicar a los nietos la mayor parte de su tiempo.

En esta etapa adulta mayor, la pareja se une más estrechamente, dependiendo uno del otro; pero que a su vez puede crear nuevos problemas, pues cada uno intentará hacer al otro dependiente y, al mismo tiempo, querer mantener su propia independencia.

Por otro lado, algunos matrimonios esperarán esta etapa, pues les permitirá tener más tiempo para ellos mismos y para la relación de pareja. Igualmente tendrán más tiempo para apoyar o ayudar a sus hijos en su rol como padres. La llegada de los nietos es, en cierta forma, una compensación ante la partida del hijo del hogar, que se marchó para casarse.

Debido al avance propio de la edad, se presentarán problemas de salud, entre ellos el cáncer, la diabetes, artrosis, reumatismo, enfermedad del Alzheimer, mal de Parkinson, arterosclerosis, discapacidad motora o visual, entre otros. Esto puede ser motivo de conflictos en la pareja y en la familia misma.

Cuando el hombre adulto mayor enviuda, suele quedar desvalido, y no es raro que busque una nueva pareja que lo cuide. Esta mujer puede ser vista por los hijos y el resto de la familia como una intrusa, sobre todo en lo que concierne al patrimonio familiar. En el caso de la mujer que enviuda, una vez que ha superado la etapa del duelo, puede sentirse libre y con una independencia que antes, quizás, no tenía.

Llega también un momento en que los hijos suelen hacerse cargo de sus padres mayores, sobre todo cuando ya no pueden valerse por sí mismos. Aquí pueden surgir momentos importantes de crisis, debido a la tensión que ello pueda conllevar, como padres más dependientes y exigentes de los hijos; y en el caso de los hijos volverse excesivamente críticos con sus progenitores o demasiado paternalistas.

Fuente : RPP Noticias.

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