domingo, 5 de mayo de 2013

LA NUTRICIÓN EN EL ADULTO MAYOR


 

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a relación directa entre la alimentación y salud sigue totalmente vigente en esta etapa de la vida. Una nutrición bien orientada durante los años de la senectud puede promover y mantener la salud, retrasar algunos cambios del envejecimiento, prevenir las enfermedades y ayudar en la recuperación de las mismas con la disminución de la morbilidad en la vejez.

En lo fundamental, los mismos principios de nutrición que se aplican para los adultos sirven para el grupo de los adultos mayores. Sus necesidades nutritivas son igualmente precisas para el mantenimiento del organismo, considerando en esta etapa las necesidades calóricas y de los micronutrientes. Sin embargo, hay que tomar en cuenta las enfermedades que están asociados a esta etapa, como la hipertensión arterial, diabetes sacarina, arteriosclerosis, osteoporosis, obesidad, gota y cáncer; y los principales problemas dietéticos, como la anemia, desnutrición, obesidad, estreñimiento, escorbuto y deficiencia de vitamina D.

Entre los factores que intervienen en la nutrición del adulto mayor se encuentran los cambios propios del envejecimiento, los hábitos alimentarios que están muy arraigados, la actividad física, los estilos de vida, nivel de instrucción, las redes sociales y familiares, la actividad mental y psicológica, el estado de salud o enfermedad y restricciones.

El estado de nutrición de una persona de 70 años es un vivo reflejo  de su historia alimenticia. Es por ello que una correcta, adecuada y equilibrada nutrición es parte importante para el mantenimiento de la salud durante la vida y no será una excepción durante esta etapa.



CAMBIOS CORPORALES CON EL ENVEJECIMIENTO
A medida que tenemos más edad, en nuestro organismo se producen cambios, vamos perdiendo volumen corporal, a expensas principalmente de la pérdida de la masa muscular, los huesos se tornan débiles, nuestra talla disminuye y nos volvemos menos activos.
 


REQUERIMIENTOS: LO QUE NECESITA NUESTRO CUERPO
Los cambios en el cuerpo y la disminución de la actividad física van a producir variaciones en nuestras necesidades a la hora de nutrirnos. Las personas adultas mayores necesitan menos calorías y un poco más de proteínas que los jóvenes.
Las necesidades de vitaminas y minerales son mayores, esencialmente se necesita calcio, vitamina D y el complejo B, por lo que debemos comer alimentos que la contengan.

Fuentes :

-Autocuidado de la salud para el adulto mayor "Modulo VI"
-Cartilla 6 "Autocuidado nutricional de las personas adultas mayores"

 

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