domingo, 23 de junio de 2013

15 de JUNIO :DÍA MUNDIAL DE TOMA DE CONCIENCIA DEL MALTRATO A LAS PERSONAS ADULTAS MAYORES



A MUNDIAL DE TOMA DE CONCIENCIA DEL MALTRATO A LAS PERSONAS ADULTAS MAYORES

En el el año 2006, La Red Internacional para la Prevención del abuso y maltrato a la Persona Mayor, The International Network for the Prevention of Elder Abuse (INPEA), anunció que era necesario instaurar un día en el año para resaltar el hecho de que muchas personas adultas mayores eran víctimas de malos tratos y que era necesario hacer un alto para reflexionar y tomar acciones inmediatas con el fin de pararlos a fin de proveerles de una vida digna.


La propuesta fue que cada 15 de junio se conmemore el Día Mundial de la toma de conciencia del maltrato las Personas Mayores.
Cuando INPEA lanza esta Campaña ya se contaba con el apoyo de las Naciones Unidas que reconocía el significado y los efectos del abuso y el maltrato a las personas mayores como un problema de salud pública y de violación de los derechos humanos, a través de diversos instrumentos y declaraciones como en el Plan de Acción Internacional del Envejecimiento.


Los gobiernos, organizaciones no gubernamentales, las instituciones educativas, los grupos religiosos, los profesionales en el campo del envejecimiento, los individuos interesados así como las personas mayores se empezaron a sumar a este esfuerzo por hacer visible la situación de vulnerabilidad de las personas adultas mayores, teniendo como resultado que las Naciones Unidas aceptaron el pedido de INPEA, de tal manera que en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución 66/127, del año 2011 designa el 15 de junio como Día Mundial de Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez.


Cada 15 junio, el mundo expresará su oposición ante los abusos y sufrimientos infringidos a nuestros mayores y se propondrán acciones urgentes así como a mediano y largo plazo para prevenirlos, así como para proveer de servicios especializados a aquellas personas mayores maltratadas que requieran de apoyo legal, social, psicológico y hasta económico para salir de la situación de abuso que los aqueja.
No debemos de dejar de notar que algunas personas mayores se discapacitan o tienen que depender de otros y que por esa condición de fragilidad están más proclives a ser maltratados, de tal manera que tenemos el deber de encontrar los mecanismos para registrar y actuar ante estos maltratos que muchas veces permanecen ocultos.


En estos últimos años diversas organizaciones a nivel mundial están luchando para que las Naciones Unidas elabore una Convención sobre los Derechos de las personas adultas mayores, la Red INPEA se ha sumado también a esa iniciativa porque considera que la discriminación por edad, que es el punto focal más importante de esta propuesta de Convención, es un tipo de maltrato estructural frente al cual es necesario instar a los estados que la ratifiquen, a que adopten leyes no discriminatorias, a que se fortalezcan las respuestas de las sociedades a los desafíos del cambio demográfico y se sensibilice a la población a que se fortalezca la solidaridad intergeneracional, a que se sienten las bases para la promoción, sensibilización pública y educación sobre los derechos de las personas de edad; asi mismo, una Convención podría ayudar a las personas mayores a vivir una vida digna; también permitiría empoderar a las propias personas mayores para que sean personas con conocimiento, poder y experiencia en vez de personas destinatarias de la beneficiencia.


Pero lo más importante es que una Convención ayudaría proporcionar la protección, necesaria y jurídicamente vinculante, de los derechos de las personas de edad en el derecho internacional y nacional, así como, clarificar lo que son los derechos de las personas de edad y cuáles son las normas mínimas y las acciones necesarias para protegerlos.
 
Entendiendo que el maltrato a las personas mayores es un forma de violación de sus derechos, requerimos de este instrumento para la toma de decisiones políticas; fomentar la recogida de datos desglosados por edad y género, para fundamentar las decisiones políticas a nivel local, regional y nacional; promover programas sensibles a la edad, ayudar a los gobiernos a asignar más recursos con equidad, fomentar una mayor ayuda al desarrollo de programas que benefician a las personas de edad; orientar la formación del personal de salud, de los empleados, del poder judicial y de los diferentes sectores involucrados en cuestiones que conciernen a las personas de edad, así como guiar al sector privado en la forma con la que puede proteger los derechos de las personas de edad.

 
 
FUENTE :

INPEA(Red Internacional para la Prevención del abuso y maltrato a la Persona Mayor)

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